viernes, 23 de diciembre de 2011

I breathe

Y si quedarse encerrado
en un mar de niebla
no fuera tanto.
Y si tener los tímpanos a rebentar
tampoco fuera para tanto.
Y si sentir que uno no puede
soportar más la presión
ya no fuera cierto.

Si decidimos que toda amenza externa
se queda a un lado.
Si decidimos que todo aquello
no va con nosotros.
Si decidimos que todos los gritos
pueden oírse a lo lejos
en vez de dentro.

Es cuando el manto ya no es manto
sino montaña desterrada.
Es cuando queda mucho menos
para poder remprender
nuestro camino propio.
Es cuando falta mucho menos
para crecer y cerrar otra puerta
tras nosotros.

Es cuando por fin volvemos
a poder decir I breathe.

lunes, 19 de diciembre de 2011

El vuelo tácito de los límites

No hay límites.
Y si alguna vez los hay,
existen para ser atravesados.

La transformación es una regla tácita,
trabaja en la sombra,
y tan sólo se distingue cuando cambia
de forma o de lugar.

En la escuela nos mostraron los límites,
pero nadie o muy pocos nos enseñaron
a atravesar paredes.

En la familia nos pusieron un nombre,
pero nadie más que nosotros
pudo enseñarnos lo que somos,
más allá de él.

Entre amigos y/o amores afloraron roles,
potenciales, destrezas, rocas y malezas,
pero ninguna de ellas tuvo el poder
de permanecer aquí,
ni de adquirir la densidad de lo eterno.

Nacemos y morimos tantas veces
cómo nuestro espíritu, mente y cuerpo
se permiten imaginar.

Y si no hay límites,
yo me permito volar.

viernes, 16 de diciembre de 2011

De luz

Semejantes a dos cristales
Y huesudos cómo las agujas
Que caen del cielo
Inversemblantes
Encrucijados
Cómo los nudillos y las rodillas
Atravesados cómo las espadas
Que nacen de la tierra
Veraces, voraces
Rápidos cómo el acero
Ingrávidos cómo el papel
Estrechos cómo la lanza
Y con pulidez de flecha
Pues
Entrometidos en las astillas
Comprometidos a arder
Ladrones cómo ardillas
Rehenes del deber
Caen del cielo
Rosas al atardecer
Caen secretos despedazados
Y orillas sin márgen
Caen serpentinas, volantes
Y ruedas desproporcionadas
Caen personajes acartonados
Y nubes que se estrellan
Sin gas ni gasolina
Sin aire y sin copla
Sin medicina
Caen
Semejantes a dos cristales
De luz.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Si me quedo sin sangre

Si me quedo sin sangre

No podré hervir hasta que la piel se apague

Si me quedo sin sangre

Saldré a pasear cada mañana

Sin reír cada vez que me cruce con alguien

Si me quedo sin sangre

Dejaré que la silla se agolpe en mis caderas

Y se haga molde de mi pereza humana

De mis agujeros y mis pelos

Si me quedo sin sangre

Me ahogaré cada atardecer alrededor de las ocho

Me quedaré sin palabras sin saliva y sin hueco en el esófago

Me quedaré con el olor a hiel urdiendo en mis paredes olfativas

Para siempre

Y me quedaré sin muerte

Si me quedo sin sangre

Dejaré de hablar antes de que llegue a pensar fríamente

Dejaré de cometer pequeños errores diarios

Dejaré de entrometerme en el carril contrario sin querer

Si me quedo sin sangre

Dejaré de querer sin ton ni son

Sin soplidos sin pitos ni campanas ni confeti dentro y fuera

De los bares del bullicio y del recogimiento

Entre la sed y las damas entre los alfiles

El caballo y el parchís

Me quedaré con un par de torres

Me quedaré con el blanco o con el negro

Si me quedo sin sangre.